miércoles, 6 de junio de 2007

MORFOLOGÍA DE LA AORTA ABDOMINAL EN INDIVIDUOS PRESUMIBLEMENTE SANOS

Drs. Raúl Poblete S., Sergio Draper J., Leopoldo Suárez P., José Luis Váquez F., José Tevah C. Int. Sr. Mario Orrego L.
Servicio de Cirugía. Hospital Militar, Santiago. Instituto Médico Legal, Santiago.

(Publicado Rev Chilena de Cirugía 1988; 40(4): 300-4)

RESUMEN

El sector arterial aortoilíaco de 150 cadáveres del Instituto Médico Legal de Santiago es revisado con la finalidad de precisar su circunferencia y características y su relación con el sexo, edad, peso y talla. Se comprueba que las circunferencias aórtica e ilíaca son diferentes en ambos sexos en los tres niveles estudiados y que están significativamente correlacionadas con la edad, pero no con el peso ni la talla de los sujetos. Las manifestaciones degenerativas de los vasos, de alta incidencia, se encuentran igualmente estrechamente correlacionadas con la edad y permiten explicar la frecuente patología por microembolias arteriales en pacientes de edad avanzada. La ausencia de aneurismas en la serie confirma la poca frecuencia de esta última patología, y nos impide evaluar si su presencia guarda alguna relación con el calibre previo de estos vasos.
PALABRAS CLAVES: Aorta abdominal, circunferencia arterias aorta e ilíaca.

SUMMARY

Circumferences of the abdominal aorta and iliac arteries were measured in 150 autopsies made at the Medico Legal Institute of Santiago. Three levels were considered: at 11 rib, above the bifurcation and origin of the iliac vessels. The aortic and iliac circumferences were found different in the three levels studied, those of the males being greater than females. Vessels circumference was significantly correlated, at each site, with age, but not with weight or height in both sexes. Similar pattern was found with degenerativa macroscopic appearence of the arteries studies. No aneuryisms were found in the series.
KEY WORDS: Abdominal aorta, aorta and iliac arteries circumferences.


INTRODUCCIÓN

No hemos encontrado referencia alguna en el país, acerca de cuál es el diámetro del segmento arterial aortoilíaco que pueda ser definido como aceptable, en individuos de diferente sexo y edad, con el propósito de establecer los parámetros normales de estas arterias, dato que reviste el mayor interés tanto para el angiografista como para el cirujano vascular.
Por otra parte, diversas comunicaciones recientes sostienen que el tipo de patología aorto-iliaca, básicamente la oclusión o la dilatación dependería, entre otros factores, del calibre previo de estos vasos, en forma tal que la aparición de arterioesclerosis obliterante estaría estrechamente correlacionada con la existencia previa de arterias de escaso desarrollo, mientras que la formación de aneurismas se vería favorecida por la presencia de arteriomegalia previa (1, 2, 3).
En un intento de aproximarnos a ambos problemas hemos estudiado el calibre aortoilíaco en una serie de suietos presumiblemente normales fallecidos accidentalmente. Los resultados obtenidos serán el objeto de ésta presentación,

MATERIAL Y MÉTODO

Se revisa una serie prospectiva de necropsias del Instituto Médico Legal de Santiago entre los meses de mayo y agosto de 1986, descartándose del análisis los casos que no llenan los requisitos establecidos en el protocolo de trabajo, como son aquéllos con larga data de muerte, quienes tengan pérdida de sustancia, o sean portadores de cualquier patología con repercusión vascular. Los 150 casos, finalmente seleccionados, serán objeto de la presente revisión.
En cada caso, luego de disecarse la aorta y ambas arterias ilíacas de las estructuras vecinas en toda su extensión, se las secciona longituditalmente, con el propósito de medir su circunferencia, lo que se realiza comprimiendo la pared del vaso entre dos reglas graduadas y estirándola al máximo sin vencer su resistencia elástica.
Se dejó constancia, en el protocolo, del peso, talla, edad, sexo y circunferencias, tanto de la aorta a nivel de la 11a costilla y a 1 cm sobre su bifurcación, como de las arterias ilíacas primitivas, en su origen, y antes de su bifurcación. Además, se dejó constancia del aspecto macroscópico de la aorta e ilíacas, y de la presencia de fenómenos degenerativos de tipo oclusivo o aneurismático, y de su grado.
Arbitrariamente, los primeros se dividieron en tres variantes según su severidad y ocurrencia: infiltración lipoidea de los vasos, ateromatosis franca y ateromatosis calcificada y ulcerada. En el análisis estadístico de los resultados se utilizaron selectivamente los test de chi cuadrado, regresión lineal y T de Student.

RESULTADOS

La muestra seleccionada consta de 117 hombres y 33 mujeres (Figura 1), cuyas edades oscilan entre los 12 y los 91 años.



Figura 1.












Llaman la atención, en las diferentes observaciones, las grandes diferencias encontradas en las circunferencias, tanto de la aorta como de las ilíacas primitivas.
En la totalidad de los casos, la aorta se adelgaza progresivamente desde los pilares del diafragma hasta su bifurcación; las ilíacas primitivas, en cambio, se comprueban perfectamente cilíndricas en toda su extensión, manteniendo su calibre desde el origen hasta la bifurcación comprobándose, además, perfectamente simétricas en cada caso; por ello, sus circunferencias han sido consideradas como una sola cifra en cada observación.
A diferencia de las lesiones degenerativas de tipo oclusivo, que con diverso grado de severidad se comprobaron con gran frecuencia y serán analizadas en detalle más adelante, no se encontró aneurismas aortoilíacos en la presente serie.
Se comprueba la existencia de una correlación altamente significativa entre la edad y la circunferencia aórtica (Figura 2), (p-0,01), correlación que no pudo demostrarse, en cambio, entre ésta última circunferencia y el peso o la edad de los sujetos examinados.





Figura 2.










Además, se comprobó que las circunferencias arteriales son significativamente mayores en cada caso en los hombres, tanto a nivel de la 11° costilla (Figura 3), (p -0,05) como sobre la bifurcación (Figura 4), (p -0,05) y a nivel ilíaco (Figura 5), (p -0,05).





Figura 3.













Figura 4.













Figura 5.











Las características anatomopatológicas macroscópicas de la aorta, por su parte, la demostraron rara vez como normal en su superficie interna, y sólo en los casos de menor edad, mientras que en el resto se apreció diferente grado de compromiso degenerativo oclusivo, cuya severidad aumentaba considerablemente con la edad (Tabla 1) hasta alcanzar niveles difíciles de suponer con anterioridad.











Así, debe destacarse que se encontró infiltración lipoidea de la íntima desde casi los 20 años de edad en adelante, así como placas de ateroma ya constituidas en la mayoría de los sujetos a partir de los 40 años de edad, y, lo que es más significativo, la casi totalidad de los sujetos mayores de 60 años presentaba ulceraciones de mayor o menor grado en la superficie de sus placas de ateroma.

COMENTARIO

Resulta del más alto interés poder establecer cuál es el patrón normal del sector aortoilíaco en los sujetos de nuestro medio, y de constitución normal, tanto para hacer posible certificar la normalidad de esta área como en otros casos para poder realizar, entre otras actividades, una precisa valoración de las estenosis a ese nivel o realizar una adecuada selección de prótesis. Este conocimiento, accesoriamente ayudará a evaluar la real validez del concepto de que el diámetro arterial preexistente sería un factor de significación en el tipo de patología susceptible de sobrevenir en cada individuo.
La medición de la circunferencia del sector aortoilíaco, en esta serie de cadáveres, nos ha permitido una aproximación al problema, que si bien puede ser cuestionada por tratarse de arterias no vitales, desprovistas de presión, con ciertos fenómenos cadavéricos y por requerir de reconstrucción matemática si se desea obtener el diámetro, no es menos cierto, que estos fenómenos han afectado por igual a todas las muestras analizadas y se han tratado de minimizar mediante la estricta selección de ellas.
Por ello, y sin pretender que nuestros datos deban ser aceptados como definitivos y totalmente exactos, creemos que constituyen una aceptable aproximación a la realidad y un intento objetivo de establecer un patrón aproximado de las circunferencias normales de estos vasos. Estas demuestran ser diferentes en ambos sexos, correspondiendo los mayores diámetros al sexo masculino en todos los niveles estudiados. No encontramos que el peso ni la talla influyan en los diámetros aórticos e ilíacos.
Es llamativa la diferencia en las características macroscópicas de la aorta en los diferentes grupos etarios.
Impresiona el elevado porcentaje de lesiones de tipo ateromatoso encontrados en sujetos de edad media, y no deja de sorprender la alta cantidad de ateromas ulcerados presentes en la población mayor de 60 años de edad, tramo en que llega a presentarse en el 80% de los sujetos. Su presencia nos permite explicar con facilidad la posibilidad de fenómenos de microembolías clínicas susceptible de presentarse con mayor frecuencia en éstas edades.
La ausencia de aneurismas, como otra expresión de fenómenos degenerativos, nos impide por ahora evaluar la asociación del diámetro preexistente en los vasos con la patología que éstos puedan desarrollar. Los resultados alcanzados deberán ser comparados a futuro con otros estudios efectuados, tanto en sujetos sanos como en portadores de patología degenerativa aortoilíaca de tipo oclusivo y aneurismático.

BIBLIOGRAFÍA

1. Robb, Ch.; Archer, M.; Steinberg, I.: Measurement of the abdominal aorta after intravenous aortography in health and arterosclerotic peripheral vascular disease. A. J. R. 1965; 95: 703.
2. Tilson, M. D.; Dang, Ch.: Generalized arteriomegaly. Arch. Surg. 1981; 116: 1030.
3. Tilson, D.; Stansel, H. C.: Differences in results for aneurysm vs occlusive disease after bifurcation graft. Arch. Surg. 1980; 115: 1173.

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